En enero se celebra el Festival del Timkat en Lalibela, una celebración multitudinaria de los cristianos ortodoxos etíopes que conmemora el bautismo de Cristo en el Jordán. Las 11 iglesias excavadas en la roca de Lalibela se convierten en un escenario mágico para vivir esta celebración. El ambiente es indescriptible, peregrinos vestidos de blanco llegan desde todos los rincones de Etiopía. Cánticos, danzas al son de enormes tambores, oraciones y plegarias. Los sacerdotes ortodoxos, vestidos con llamativos colores y bajo brillantes paraguas, procesionan, los tabots, réplicas del Arca de la Alianza.

Al llegar la noche, los peregrinos encienden sus velas creando un ambiente místico e irreal. Entre luces y sombras se teje un entramado de misterio y se enciende la belleza. Un baño de abundancia para tus sentidos fotográficos. Durante toda la noche velan los tabots, al son de los cánticos y salmos litúrgicos hasta el amanecer, donde tiene lugar un baño multitudinario que viven con júbilo y alegría

Un viaje al corazón de las antiguas tradiciones cristianas ortodoxas. Un salto en el tiempo donde siglos de aislamiento nos trasladan al medievo. En Etiopía se vive la religión con un fervor, que hace tiempo se dejó de practicar aquí. Hoy estas fotografías me recuerdan cuánto ha cambiado nuestro mundo en menos de un año. Qué ironía, éramos felices y no lo sabíamos. Ahora entiendo mucho mejor la espiritualidad de estas gentes.