Shwedangon, La pagoda superlativa

La Shwedangon pagoda se yergue majestuosa desde hace más de 2000 años sobre la colina Singuttara, en la ciudad de Yangón (Birmania). Es un lugar sagrado para los budistas, un centro de peregrinación que atesora reliquias de buda.
El paso de los siglos ha dotado al lugar de inmensas riquezas, toneladas de oro y miles de diamantes y rubíes cubren sus estupas. A pesar de ese derroche de lujo y riqueza, nada es comparable con la magia de su ambiente.
Cuando cae la tarde en la Shwedagon Payá, un mundo lleno de espiritualidad y belleza, se torna exótico a la vista del viajero. A pesar  de los miles de devotos, una paz interna te invade, seas religioso, ateo o agnóstico. Es un espacio de fé lleno de rituales religiosos. 
Todo contribuye a ese click visceral que entra por los ojos y toca tu sensibilidad; el fino perfume de los miles de flores que se depositan como ofrendas, el olor a jazmín del incienso, el sonido de las campanillas mecidas por el viento, los monjes paseando serenamente con sus túnicas azafrán, el compás de las jóvenes birmanas que balancean sus delicadas caderas bajo la elegancia del longyi, o los miles de velas que iluminan el espacio.